Así es, entre aplausos y vítores, entre ahhhhs y ohhhhhs, y uhhhhhh, y otros gritos irreproducibles, se celebró el término de una etapa, y el comienzo de otra, más seria, pero no menos entretenida. Acá un testimonio.
viernes, 11 de abril de 2008
Suscribirse a:
Entradas (Atom)